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Jamaica: Amnistía Internacional condena la violencia homofóbica
Amnistía Internacional condena en los términos más enérgicos los últimos episodios de violencia contra personas consideradas homosexuales en Jamaica. A la organización le preocupan especialmente los informes sobre actos de violencia ejercida por una multitud contra personas que son tenidas por homosexuales y atacadas en función de su apariencia o conducta, que parecen ir en aumento.
Al parecer, el domingo 8 de abril se congregó una multitud en torno a una iglesia de Mandeville y arrojó diversos objetos al interior por una ventana de la parte trasera. Los ataques iban dirigidos contra las personas que asistían en esos momentos al funeral de una persona a quien dicha multitud consideraba homosexual. El 2 de abril de 2007, los informes recibidos indican que otro nutrido grupo de personas arrojó piedras y botellas contra unos hombres que bailaban disfrazados en el desfile de carnaval de Montego Bay, a su paso por la avenida Gloucester. De acuerdo con la información recibida, la multitud estaba indignada porque supuestamente los hombres estaban adoptando posturas sexualmente insinuantes, y exigía que abandonaran la tarima. Según testigos presenciales, una muchedumbre de entre 30 y 40 personas atacó, persiguió y golpeó a los hombres. Al menos uno de ellos tuvo que ser hospitalizado debido a las lesiones sufridas.
Ambos episodios ocurrieron cuando sólo habían transcurrido dos meses de otro suceso en que un grupo de hombres había recibido el mismo trato en una farmacia de la plaza Tropical, en Half-Way Tree, Kingston. Un defensor de los derechos humanos contó a Amnistía Internacional que al menos 200 personas se habían congregado a las puertas del establecimiento pidiendo la muerte a golpes de estos hombres por ser homosexuales. Amnistía Internacional condena estos ataques y pide garantías a las autoridades jamaicanas de que los casos mencionados se investigan de manera exhaustiva e imparcial y los responsables de incitar a la violencia y el linchamiento comparecen ante un tribunal. En cumplimiento de sus obligaciones internacionales con arreglo al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, las autoridades de Jamaica deben transmitir a la sociedad el mensaje inequívoco de que no se tolerará la discriminación contra minorías sexuales y se perseguirán judicialmente los actos de violencia. Tales agresiones constituyen violaciones de derechos humanos y, además, una amenaza para el Estado de derecho en Jamaica.Amnistía Internacional pide al gobierno de Jamaica que, en estrecha colaboración con la comunidad de defensores de los derechos humanos y los grupos que representan a lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero en Jamaica, busque soluciones para evitar que vuelvan a producirse situaciones semejantes.
Al parecer, el domingo 8 de abril se congregó una multitud en torno a una iglesia de Mandeville y arrojó diversos objetos al interior por una ventana de la parte trasera. Los ataques iban dirigidos contra las personas que asistían en esos momentos al funeral de una persona a quien dicha multitud consideraba homosexual. El 2 de abril de 2007, los informes recibidos indican que otro nutrido grupo de personas arrojó piedras y botellas contra unos hombres que bailaban disfrazados en el desfile de carnaval de Montego Bay, a su paso por la avenida Gloucester. De acuerdo con la información recibida, la multitud estaba indignada porque supuestamente los hombres estaban adoptando posturas sexualmente insinuantes, y exigía que abandonaran la tarima. Según testigos presenciales, una muchedumbre de entre 30 y 40 personas atacó, persiguió y golpeó a los hombres. Al menos uno de ellos tuvo que ser hospitalizado debido a las lesiones sufridas.
Ambos episodios ocurrieron cuando sólo habían transcurrido dos meses de otro suceso en que un grupo de hombres había recibido el mismo trato en una farmacia de la plaza Tropical, en Half-Way Tree, Kingston. Un defensor de los derechos humanos contó a Amnistía Internacional que al menos 200 personas se habían congregado a las puertas del establecimiento pidiendo la muerte a golpes de estos hombres por ser homosexuales. Amnistía Internacional condena estos ataques y pide garantías a las autoridades jamaicanas de que los casos mencionados se investigan de manera exhaustiva e imparcial y los responsables de incitar a la violencia y el linchamiento comparecen ante un tribunal. En cumplimiento de sus obligaciones internacionales con arreglo al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, las autoridades de Jamaica deben transmitir a la sociedad el mensaje inequívoco de que no se tolerará la discriminación contra minorías sexuales y se perseguirán judicialmente los actos de violencia. Tales agresiones constituyen violaciones de derechos humanos y, además, una amenaza para el Estado de derecho en Jamaica.Amnistía Internacional pide al gobierno de Jamaica que, en estrecha colaboración con la comunidad de defensores de los derechos humanos y los grupos que representan a lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero en Jamaica, busque soluciones para evitar que vuelvan a producirse situaciones semejantes.
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