Jóvenes gays con problemas de vivienda
Nueva York (14-12- 06 )— Iván Díaz fue abusado físicamente por su tío y sexualmente por su hermano mayor hasta los 16 años, ha sido golpeado en la calle por extraños y su madre lo echó de su casa.
Por eso intentó quitarse la vida cuatro veces. Hoy tiene 19 años y vive en un albergue hace seis meses.
A Angelika Santiago (nombre con que es conocido) su madre le tiró todas sus cosas por la ventana en dos ocasiones cuando tenía 17 años. A los 18, le obligó a cortarse el pelo que llevaba largo y le dijo que se fuera de la casa.
Angelika se cortó los brazos con un cuchillo y tuvo un ataque de nervios por lo cual fue internado en un hospital. Hoy tiene 20 años y ha vivido en albergues intermitentemente por dos años.
Iván se identifica a sí mismo como gay, mientras Angelika lo hace como transexual.
“Es deprimente que algunos de mis amigos tengan que vivir en la calle porque sus padres no los quieren en sus casas. Es injusto...”, dijo Iván algo consternado. “Es ignorancia. Ellos están tratando de vivir su vida, de ser felices”.
De acuerdo al National Runaway Switchboard, hasta un 42% de los jóvenes sin hogar en Estados Unidos se identifica como lesbiana, gay, bisexual o trangénero (LGBT). En Nueva York, se estima un número cercano a los 8 mil.
Según un estudio realizado por el Instituto de Políticas del National Gay and Lesbian Task Force, dado a conocer hoy, el porcentaje de jóvenes LGBT sin hogar es desproporcionadamente alto por el conflicto familiar que viven al revelar su orientación sexual o identidad de género.
El estudio reveló que los jóvenes LGBT, que ya viven una vida difícil, al quedarse sin hogar presentan más problemas de salud mental, abuso de sustancias, comportamiento sexual riesgoso —tienden a prostituirse para sobrevivir—, tienen 7 veces más posibilidades que sus contrapartes heterosexuales de ser víctimas de un crimen y luego sufren de hostigamiento en las cárceles.
Los jóvenes LGBT también sufren de discriminación en los albergues. Según el estudio en la ciudad de Nueva York, en la Casa Covenant —que alberga más del 60% de los jóvenes sin hogar— los jóvenes LGBT han reportado ser amenazados, humillados y abusados por el personal y otros jóvenes.
“Debemos darles un tratamiento seguro a estos jóvenes que ya han sufrido mucha violencia en la calle y en sus hogares, como para que además enfrenten violencia en los lugares donde van a buscar ayuda”, dijo Pedro Julio Serrano, vocero de Task Force.
El estudio hace una serie de recomendaciones a nivel federal, estatal y local para limitar lo que llama una “epidemia”. Entre ellas aumentar los fondos para albergues especiales para jóvenes LGBT —actualmente hay tres en la ciudad— y para entrenar el personal de otros albergues.
El 2006 la ciudad de Nueva York destinó $1.2 millón a albergues especializados y el 2007 destinó $2.6 incluyendo otros albergues.
La concejal Rosie Méndez dijo que junto con la vocera del concejo Christine Quinn, lucharía para destinar más fondos a nivel local y para que a nivel federal y estatal se apliquen las recomendaciones del estudio.
“Como sociedad tenemos una responsabilidad. Debemos darle a estos jóvenes los servicios que necesitan”, dijo Méndez.
Iván y Angelika finalmente encontraron aceptación y apoyo en los albergues donde viven. Angelika comenzará a buscar trabajo en enero e Iván está estudiando en la escuela superior. Al graduarse, quiere estudiar justicia criminal.
“No hace falta hacerse daño”, dijo Iván como recomendación. “Si te sientes hostigado, busca ayuda”.
Nueva York (14-12- 06 )— Iván Díaz fue abusado físicamente por su tío y sexualmente por su hermano mayor hasta los 16 años, ha sido golpeado en la calle por extraños y su madre lo echó de su casa.
Por eso intentó quitarse la vida cuatro veces. Hoy tiene 19 años y vive en un albergue hace seis meses.
A Angelika Santiago (nombre con que es conocido) su madre le tiró todas sus cosas por la ventana en dos ocasiones cuando tenía 17 años. A los 18, le obligó a cortarse el pelo que llevaba largo y le dijo que se fuera de la casa.
Angelika se cortó los brazos con un cuchillo y tuvo un ataque de nervios por lo cual fue internado en un hospital. Hoy tiene 20 años y ha vivido en albergues intermitentemente por dos años.
Iván se identifica a sí mismo como gay, mientras Angelika lo hace como transexual.
“Es deprimente que algunos de mis amigos tengan que vivir en la calle porque sus padres no los quieren en sus casas. Es injusto...”, dijo Iván algo consternado. “Es ignorancia. Ellos están tratando de vivir su vida, de ser felices”.
De acuerdo al National Runaway Switchboard, hasta un 42% de los jóvenes sin hogar en Estados Unidos se identifica como lesbiana, gay, bisexual o trangénero (LGBT). En Nueva York, se estima un número cercano a los 8 mil.
Según un estudio realizado por el Instituto de Políticas del National Gay and Lesbian Task Force, dado a conocer hoy, el porcentaje de jóvenes LGBT sin hogar es desproporcionadamente alto por el conflicto familiar que viven al revelar su orientación sexual o identidad de género.
El estudio reveló que los jóvenes LGBT, que ya viven una vida difícil, al quedarse sin hogar presentan más problemas de salud mental, abuso de sustancias, comportamiento sexual riesgoso —tienden a prostituirse para sobrevivir—, tienen 7 veces más posibilidades que sus contrapartes heterosexuales de ser víctimas de un crimen y luego sufren de hostigamiento en las cárceles.
Los jóvenes LGBT también sufren de discriminación en los albergues. Según el estudio en la ciudad de Nueva York, en la Casa Covenant —que alberga más del 60% de los jóvenes sin hogar— los jóvenes LGBT han reportado ser amenazados, humillados y abusados por el personal y otros jóvenes.
“Debemos darles un tratamiento seguro a estos jóvenes que ya han sufrido mucha violencia en la calle y en sus hogares, como para que además enfrenten violencia en los lugares donde van a buscar ayuda”, dijo Pedro Julio Serrano, vocero de Task Force.
El estudio hace una serie de recomendaciones a nivel federal, estatal y local para limitar lo que llama una “epidemia”. Entre ellas aumentar los fondos para albergues especiales para jóvenes LGBT —actualmente hay tres en la ciudad— y para entrenar el personal de otros albergues.
El 2006 la ciudad de Nueva York destinó $1.2 millón a albergues especializados y el 2007 destinó $2.6 incluyendo otros albergues.
La concejal Rosie Méndez dijo que junto con la vocera del concejo Christine Quinn, lucharía para destinar más fondos a nivel local y para que a nivel federal y estatal se apliquen las recomendaciones del estudio.
“Como sociedad tenemos una responsabilidad. Debemos darle a estos jóvenes los servicios que necesitan”, dijo Méndez.
Iván y Angelika finalmente encontraron aceptación y apoyo en los albergues donde viven. Angelika comenzará a buscar trabajo en enero e Iván está estudiando en la escuela superior. Al graduarse, quiere estudiar justicia criminal.
“No hace falta hacerse daño”, dijo Iván como recomendación. “Si te sientes hostigado, busca ayuda”.
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