I CAN'T THINK STRAIGHT (2007)
Directed by Shamim Sarif
.
Argentina - Iguales derechos con los mismos nombres
Por Bruno Bimbi (La Nacion - 2 Mar 07)
Nos cuesta entender por qué algunas personas e instituciones se oponen con tal insistencia a aceptar la igualdad de derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Hay quienes dicen que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo porque defienden a la familia. ¿A cuáles familias? ¿Acaso nuestras familias no cuentan? ¿Qué daño les hacemos a las suyas? ¿Que tengamos los mismos derechos que ellos los perjudica? ¿Van a dejar de existir las familias heterosexuales porque un gay pueda heredar la casa en la que vivió veinte años con su pareja fallecida, en vez de ser echado a la calle, o porque una lesbiana pueda compartir la obra social de su pareja o sacar un crédito con ella para el departamento? ¿Van a dejar de existir las familias heterosexuales porque dos hombres o dos mujeres que se aman y quieren casarse puedan hacerlo?
Se ha dicho también que el matrimonio es heterosexual porque proviene de la naturaleza. ¿De la naturaleza, como las plantas y los ríos y las tormentas y los animales y los hombres y las mujeres? ¿No fue acaso el matrimonio una invención humana? ¿Existe desde que el mundo es mundo o fue creado en determinado momento de la civilización? ¿Fue siempre igual, inmutable, o sufrió grandes cambios a lo largo de su historia? ¿Acaso la fidelidad, la monogamia, el patrimonio, el apellido, la herencia, la patria potestad, las pensiones, las obras sociales, la nacionalidad son hechos de la naturaleza? ¡Son construcciones sociales!
Hasta el siglo IV de nuestra era, no existía ningún impedimento legal en Roma contra los matrimonios entre personas del mismo sexo. Fue entonces, con la adopción del catolicismo como religión oficial del Imperio, que el matrimonio pasó a ser exclusivamente heterosexual. Hasta ese momento, repito, era legal que un hombre se casara con otro hombre y una mujer con otra mujer. Tampoco era el matrimonio, todavía, un sacramento. Se dicen muchas mentiras y muchas vaguedades para confundir, pero hay que buscar en los libros de historia, que no muerden. Tampoco existieron siempre los prejuicios que hoy existen contra la homosexualidad: no existían en la antigua Grecia, no existían en el milenario Egipto Están las esculturas que el emperador Adriano mandó a construir para su amante Antino, o las pinturas de los faraones, o las obras de arte de los pueblos mesopotámicos. La propia palabra homosexualidad es moderna, del siglo XVIII, y apareció por primera vez en Alemania, en un panfleto. Hubo siglos y siglos en los que la homosexualidad no existía siquiera como categoría: el mundo del amor no se dividía entre quienes desean y se enamoran de los de su mismo sexo o de los del sexo contrario. Eso no le importaba a nadie. El signo lingüístico, ya lo decía Saussure, es arbitrario, y la forma en que clasificamos el mundo es un producto de la cultura.
¡Pero el fin del matrimonio es la reproducción!, insisten algunos. Entonces, prohibamos casarse a los estériles, a las mujeres después de la menopausia, a los ancianos, o a los que, simplemente, deciden no procrear. ¡Pero el matrimonio siempre ha sido así! No, ya lo dijimos pero, si lo hubiera sido, convengamos en que también siempre había estado prohibido que una persona negra se casara con una persona blanca, hasta que la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos autorizó los matrimonios interraciales; siempre les había sido prohibido casarse a los esclavos, hasta que éstos pasaron a ser libres; en los primeros tiempos de la Colonia, sólo podían casarse los católicos, y enhorabuena eso cambió; nunca las mujeres habían tenido la libertad de elegir marido, hasta que la consiguieron. ¡Tantas cosas hay que siempre fueron de algún modo hasta que cambiaron!
Lo que sí fue siempre igual, y seguirá siéndolo, es que hay una cantidad de personas, en cada parte del mundo y en cada tiempo, que se sienten atraídas y se enamoran y construyen proyectos de vida con otras personas de su mismo sexo. Algunos estudios hablan de un 10% de la población, pero qué importa cuántos somos. Lo que importa es que existimos, que somos tan humanos como los demás, que nuestro amor es igual de hermoso, que nuestros proyectos de vida son tan valiosos como los de cualquiera.
Lo que sí proviene de la naturaleza es eso. Sentir que la piel se eriza, que el corazón late más fuerte; sentirse irremediablemente atraído por esa mirada, por ese cuerpo, por ese otro o esa otra, enredarse, amarse, decidir que queremos estar juntos o juntas, que queremos compartir la vida. Eso es lo natural.
Lo demás -los derechos patrimoniales, los beneficios sociales, las convenciones jurídicas con las que el Estado protege a las familias que las personas construyen- no tiene nada de natural. El matrimonio es un contrato. Y nosotros y nosotras queremos poder celebrarlo con los mismos derechos. Y con el mismo nombre, porque cuando los gays firmamos un contrato de alquiler no se llama "unión civil de locación de inmueble", y cuando las lesbianas firman un contrato de trabajo no se llama "parteneriato con el patrón". Cuando nos casamos, queremos que se llame matrimonio. Queremos que sea una fiesta, que venga nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo. Queremos celebrarlo como cualquiera
Lo dice la Constitución. Quien quiera leerla, la puede encontrar en todas las bibliotecas. Lo dicen los tratados internacionales de derechos humanos: todos somos iguales ante la ley, nadie debe sufrir discriminación, todos tenemos derecho a formar una familia, todos tenemos derecho al matrimonio, todos tenemos derecho a igual protección del Estado. La Constitución está para ser cumplida.
Ahora, más allá de todo lo dicho hasta aquí, ¿no se entiende que estamos hablando, en definitiva, del derecho a ser felices? ¿A quién le molesta tanto que podamos serlo?
.
O SOL DA TARDE
Este quarto, como o conheço bem.
Agora alugam-se quer este quer o do lado
para escritórios comerciais. A casa toda tornou-se
escritórios de intermediários, e de comerciantes, e Sociedades.
Ah este quarto, não é nada estranho.
Perto da porta por aqui estava o sofá,
e diante dele um tapete turco;
ao pé a prateleira com duas jarras amarelas.
À direita; não, em frente, um armário com espelho.
Ao meio a sua mesa de escrever;
e três grandes cadeiras de vime.
Ao lado da janela estava a cama
onde nos amámos tantas vezes.
Estarão ainda os coitados nalgum lugar.
Ao lado da janela estava a cama;
o sol da tarde chegava-lhe até metade.
…De tarde quatro horas, tínhamo-nos separado
por uma semana só… Ai de mim,
aquela semana tornou-se para sempre.
(tradução de Joaquim Magalhães e Nikos Pratsinis)
.
Konstandinos Kavafis nasceu em Alexandria em 1863. Passou aí quase toda a sua vida. Criado no seio de uma família de abastados comerciantes gregos, originários de Istambul, viveu sete anos em Londres após a ruína financeira da sua família. A experiência londrina marcou de tal forma Kavafis, que os seus primeiros versos foram escritos em inglês. De regresso a Alexandria, tornou-se frequentador assíduo de bares e bordéis. A sua inclinação homossexual começou a ficar vincada com as primeiras relações amorosas. Em 1885, tornou-se correspondente do jornal Telegraphos. Em 1901 foi, pela primeira vez, à Grécia, onde acabou por publicar os seus primeiros poemas. Entretanto empregou-se no Ministérios das Obras Públicas egípcio, onde trabalhou até ao final dos seus dias. Kavafis morreu de um cancro na laringe, em 1933.
.
Η ταυτότητα του προδότη
Εμφάνιση: Φλεγομένης βάτου. Παλιά τον απεικόνιζαν με αγριεμένο μάτι, μαύρη χλαμύδα, γένια και very introspective. Ήταν το απόλυτο χαμένο κορμί. Τώρα, η εικόνα του διαλύθηκε. Φοράει από Αρμάνι μέχρι αμερικάνικα, μοιάζει από βουλευτής μέχρι loser.
Τι προδίδει: Τα πάντα. Το δάσκαλό του, τον εραστή του, τους φίλους του, το λόχο του, τον αδελφό του, τους Λακεδαιμόνιους, το πανκ, την πατρίδα.
Τι υπερπροδίδει: Τον εαυτό του.
Χειρονομίες ντροπής: Στα μυστικά δείπνα σκύβει τα μάτια. Στα φιλιά είναι ψυχρός. Ψιθυρίζει λόγια αγάπης που δεν καταλαβαίνει. Αυτοκτονεί (αργά ή μια κι έξω – αδιάφορο).
Γιατί προδίδει: Κυρίως για το χρήμα, συν όλες τις κυρίες των «τιμών» του: τη δόξα, την κραιπάλη, το ευ ζην. Προδίδει επίσης, κινημένος από μια επισφαλή libido, πεπλανημένος από μια καινούρια αγάπη ή ηττημένος από την πλήξη μιας παρατεταμένης συντροφιάς.
Βασικό χαρακτηριστικό του: Η απιστία. Η αγάπη του, η φιλία του, η αφοσίωσή του – έχουν τη ρίζα του ζιζάνιου. Ο πρώτος άνεμος τα ξεριζώνει. Περιπλανάται έτσι από αγκαλιά σε αγκαλιά, από λόμπι σε λόμπι, μονίμως ξένος, μονίμως εξοστρακισμένος – ακόμα και όσοι δέχονται τις εκδουλεύσεις του, ξέρουν ότι σύντομα θα τους πουλήσει και αυτούς για 30 αργύρια.
Πώς τιμωρείται: Είναι ίσως ο πιο μόνος άνθρωπος του κόσμου. Ποτέ κανείς δεν θα τον εμπιστευθεί – δεν θα γνωρίσει ούτε την άγρια συνενοχή που αισθάνονται μεταξύ τους οι δολοφόνοι.. Τα αισθήματά του, ένας έρμος κόσμος που χαλιέται.. Περιπλανιέται ανάμεσα στις ανθρώπινες ιδιότητες σαν ξένο σώμα.
Κι όμως, η προδοσία είναι η καθημερινή μας καραμέλα: Το ξέρω, δυστυχώς. Χιλιάδες προδοσίες μάς βαραίνουν. Προδότες μπαινοβγαίνουν σπίτι μας, μας στέλνουνε φιλιά από το τηλέφωνο, τρώνε το φαΐ μας, τρώνε τα χείλη μας. Κι εμείς προδίδουμε τα πιο ακριβά μας πρόσωπα – με ένα βλέμμα, ένα χάδι, ένα υπονοούμενο.
Γίνε πιο σαφής: Δεν γίνεται. Ένα μπορώ να πω: Ο προδότης είναι μαλάκας. Χάνει τα πάντα για ένα τίποτα. Και είναι τραγικός, γιατί νομίζει το αντίθετο (…)
Στάθης Τσαγκαρουσιάνος: Μοναξιές (Κάκτος, 1996)