17.10.05

ΓΟΝΕΪΚΟΤΗΤΑ ΚΑΙ ΟΜΟΦΥΛΟΦΙΛΙΑ

Parentalidad y homosexualidad.
por J.L. Pedreira Massa , Rodríguez Piedra, R. , Seoane Lago, A.
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Introducción
La parentalidad en o durante la homosexualidad de las figuras parentales es un tema de gran interés en el momento actual y necesitamos serenidad y rigor científico para poder acceder a un análisis con un mínimo de variables extrañas que sesgarían los resultados y dificultaría sobremanera obtener criterios razonablemente fundamentados.
Un dato incontrovertible, hoy por hoy, es la indudable mayor facilidad para acceder a la parentalidad en la homosexualidad femenina, dado que con las técnicas FIV con semen heterólogo de bancos de semen resulta abordable y totalmente legal, pues no se indaga acerca de la sexualidad de base de las mujeres que optan a este tipo de maternidad.
Frente a esta situación de facto, existe una dificultad de evaluación objetiva del conjunto de la situación, pues existen muchos elementos exteriores al proceso de investigación que actúan como variables extrañas. Estas variables extrañas tienen una gran potencia e influencia pudiendo llegar a ejercer verdaderos sesgos, tales como la ideología dominante, la ideología de determinados sectores de investigadores y de profesionales que se ven influidos por las presiones de esta pertenencia ideológica, más allá del análisis frío, científico y profesional. Ocurren, por lo tanto, interferencias entre ambos niveles de gran impacto y sesgan, sino los resultados, sí las interpretaciones de esos mismos resultados. Lo que nos hace coincidir con Victoria Camps (2001): “Las religiones siempre tienen respuestas. Desde la ética láica, tenemos que ir contruyéndolas”.
El “reconocimiento” del matrimonio homosexual supondrá, de hecho está influyendo el mero anuncio de su inclusión legal, un punto de inflexión para poder abordar esta nueva situación social y jurídica. Esta nueva realidad, hoy sólo posible en Los Países Bajos y Bélgica y pronto en España, hace que pase a un segundo plano la cierta marginalidad de la práctica homosexual y, por lo tanto, se pueda normalizar la forma de acceder a analizarlo abordando sus múltiples matices, incluido el ejercicio de la parentalidad.Más complicado resulta el lugar de la transexualidad. Un ejemplo lo puede ejemplarizar: un hombre transexual decide cambio de sexo, lo lleva a cabo legalmente por intervenciones quirúrgicas y endocrionológicas, y se une/casa con otro hombre.
En este caso ¿qué diferencia hay con la parentalidad homosexual a la hora de una investigación en profundidad? Bien es sabido que existe, en lo externo un cambio de sexo y, por lo tanto, la relación hombre-hombre o mujer-mujer pudiera enmascarse, al menos en cierta medida siempre y cuando se lleven a efecto las recomendaciones de alejamiento geográfico o cambio de su vivienda habitual.En lo tocante a los niñ@s hay que recordar que la Convención de los Derechos de la Infancia, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 20 de noviembre de 1989, ratificada por España en 1990 y desarrollada por el Parlamento Español en la Ley 1/96, se reconoce el derecho de la infancia a tener una familia, un nombre y un hogar. Por lo tanto este derecho es superior al de permanecer en una institución. Pero, además, hay toda una serie de estudios a nivel nacional e internacional que destacan los efectos poco satisfactorios de la institucionalización precoz de los niñ@s para el desarrollo psicológico y psicosocial, emocional y afectivo, a nivel tanto personal como relacional. Aquí reside la acción benéfica de los procedimientos de adopción por parte de parejas estables que les aporten familia, hogar, afecto y educación.
Resumen de estudios existentes
La influyente Asociación Americana de Psiquiatría ha refrendado con una declaración institucional diversos estudios sobre la homoparentalidad realizados en años precedentes por diversos equipos de investigadores, como Charlotte Patterson en la Universidad de Virginia y los ya clásicos de Fiona Tasker en el Reino Unido . Las investigaciones de Judith Stacey y Timothy Biblarz de la Universidad del Sur de California aportan actualizados datos científicos desde la perspectiva de los roles sociales y sexuales en el desempeño de la parentalidad fundamentando las declaraciones que previamente había emitido la Asociación Americana de Psicología (1976 y 1998) . También grupos de defensa de los derechos de la infancia como Child Welfare League of America y North American Council on Adoptable Children había elaborado un documento sobre el particular en el año 1998; en este grupo hay que resaltar la excelente recopilación de estudios realizada por la organización confesional Religious Tolerance . Las últimas declaraciones institucionales en emitir sus cualificadas opiniones oficiales habían sido la Asociación Americana de Pediatría (febrero de 2002) y la Asociación Americana de Psicoanálisis (junio de 2002).
En Francia existe un relevante debate parlamentario en torno al tema en la actualidad. A nivel académico se ha realizado una Tesis doctoral en el año 2000, presentada en la Universidad de Burdeos dirigida por el Prof. Bouvard y realizada por el Paidopsiquiatra Stéphane Nadaud , que incluye el seguimiento de 58 niñ@s de una cuarentena de parejas homoparentales que ejercían la guarda legal y se actualiza en la publicación posterior de un libro sobre el tema donde arriesga desde la formulación del título: La homoparentalidad: ¿Una nueva oportunidad para la familia?.
En España el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y el Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla han realizado un estudio financiado por la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, siendo su Presidente el Sr. Ruiz Gallardón, cuyos resultados se han venido presentando en diversos foros científicos y profesionales españoles durante los dos últimos años . Una completa revisión sobre la bibliografía del tema ha sido realizada por Portugal y Aráuxo y por Frías, Pascual y Monteverde con anterioridad . Basados en estos tres últimos trabajos y en nuestra propia búsqueda bibliográfica, hemos sistematizado las características investigadas en los diferentes trabajos científicos en los que no había diferencias significativas entre los hij@s de familias homoparentales en relación a los hij@s de familias convencionales heteroparentales, algunos datos en que aventajan los hij@s de familias homoparentales, así como algunos otros datos de interés, como los estudios relativos a la capacidad de ejercer la parentalidad de las parejas homosexuales en relación a las heteresexuales.
En resumen, las conclusiones básicas y coincidentes de todos estos estudios y declaraciones institucionales basadas en ellos son las siguientes: El desarrollo psico-social de los niñ@s adoptados y criados en familias homoparentales adquieren niveles cognitivos, de habilidades y competencias sociales, de relación con otros chic@s y personas adultas y de identidad sexual que son totalmente equiparables con los niñ@s que se educan y desarrollan en familias de corte heterosexual convencional. El trabajo desarrollado bajo los auspicios de la Comunidad de Madrid aporta dos conclusiones en las que había una pequeña diferencia, sin llegar a ser significativa estadísticamente : Los hij@s de parejas homoparentales mostraban una mayor tolerancia a la hora de aceptar vivencias sexuales diferenciadas (en concreto hacia la homosexualidad) y mostraban una mayor flexibilidad en la relación entre tareas del hogar y roles sexuales, ambos de un gran interés y proyección educativa a la hora del respeto y trasmisión de valores de convivencia y sociales.
Solamente tenemos constancia de un metanálisis realizado sobre este tema por el equipo formado por M. Allen y N.Burell del Departamento de Comunicación de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee (1996). El contexto de dicho estudio se realiza para averiguar el impacto en los hijos, según la orientación sexual de los padres, en los procedimientos de protección y custodia, para lo que establecen la evaluación de las siguientes variables del estudio: Recogida de información en adultos (padres y profesores) y en niños sobren: Estilos de parentalidad, ajuste-desajuste emocional (psicopatología) y orientación sexual de los niños. Estos autores establecen que no existen diferencias en ninguna de las variables estudiadas entre los padres homosexuales y heterosexuales, teniendo para dicha afirmación un intérvalo de confianza del 99% para la media de las correlaciones, lo que indica que la posibilidad de diferencias mayores en base a muestras mayores entre ambas muestras son pequeñas. También afirman que el impacto de las figuras parentales en el desarrollo del niño es importante en muchos aspectos del desarrollo infantil, pero ese impacto no es significativo a la hora de determinar la futura orientación sexual del niño.
Un dato, más allá de la anécdota: la mayoría de los trabajos referidos con anterioridad han sido financiados por instituciones que buscaban, al amparo de la ciencia, resultados que justificaran sus creencias. Como los resultados obtenidos no fueron de su agrado, buscaron otros grupos de investigadores y volvieron a financiar nuevas investigaciones con el objetivo de desacreditar los primeros resultados, las muestras eran mayores, el diseño más complejo y... los nuevos estudios, financiados también por estos sectores, que eran definitivos según sus financiadores concluyeron reafirmando los primeros. Sin embargo, con obstinación, estos grupos limitan el alcance de las investigaciones o, en determinados casos, los descalifican o, lo que es peor, lo explican con razonamientos metodológicos sobre las muestras pequeñas o el poco tiempo de la investigación longitudinal, pero son excusas que no se sustentan dado que los trabajos referenciados han pretendido descalificarlos con razonamientos tan profundos como: “son otra cosa” sin especificar ni poder argumentar consistentemente sus posiciones, pues financiaron una investigación para conseguir razones, al no obtenerlas quedan al descubierto sus prejuicios y esas “sus” razones, las de los propios grupos de presión, quedan acientíficas y endebles por mucho que utilicen un lenguaje (pseudo)científico en su argumentación.
Existen trabajos con posiciones claramente en contra de la adopción homoparental, pero se constatan algunos errores de ética científica, como trasformar sus propias opiniones e interpretaciones, respetables por demás , en declaraciones de instituciones que no han expresado, al menos de forma oficial y pública, su postura como se constata en la citación que se hace a la AEP y que no se corresponde con las actas de sus dos últimas asambleas de los congresos 52º y 53º a solicitud de la Sección de Psiquiatría Infantil (32y 33). Este mismo trabajo linda con la malapraxis científica, al utilizar autores y trabajos citados por todas las revisiones y que aportan datos y conclusiones contrarias a las expresadas por esta autora, como fácilmente se observa al comparar la bibliografía de este trabajo con la de esta cita. Prueba de lo dicho es que el único artículo sobre el tema publicado en una publicación oficial de la AEP o de alguna Sociedad incluida en ella ha sido el editorial realizado por Gómez Arias (34) para la Publicación Oficial de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y los planteamientos expuestos en ese editorial son absolutamente divergentes con los expresados por la autora referida . Existe una carta al Director en esta última publicación como contestación y controversia a esta última cita bibliográfica , tiene el formato de artículo de opinión y controversia, donde se identifica con claridad un hilo argumental preconcebido, lo que hace que emerjan sesgos relevantes: Argumentación prolija, con ejemplos fuera de contexto de tipo general, lo que hace que aparezcan inferencias con contradicciones evidentes (critica muestras pequeñas, luego expone que hay pocas uniones homosexuales) y la aportación de datos sobre parejas homosexuales sin estabilidad de forma exclusiva sin la comparación posible con las parejas estables, con lo que aparece una generalización sin ningún criterio científico que la soporte.
El trabajo más citado por estos grupos contrarios a la adopción homoparental es el realizado por Cameron y que se ha publicado en varias etapas. Aquí citamos dos de ellos, uno acerca de la opinión que a este investigador le merece la homosexualidad y los homosexuales, totalmente sin base científica alguna y, el segundo, contrario a la homoparentalidad. Hay que aclarar que estos trabajo sólo se citan por grupos partidarios de negar toda viabilidad a la adopción homoparental. La comunidad científica cita estos trabajos de Cameron como ejemplo de metodología plagada de errores y sesgos malintencionados. Hasta tal punto es así que la American Psychological Association le ha expulsado por violación de los principios éticos de la psicología y ha publicado un comunicado oficial en el que se desmarca de “las interpretaciones de la literatura científica ofrecidas por el Dr. Paul Cameron”, expresándose de similar forma la American Sociological Association acerca de las falsificaciones y malinterpretaciones de los datos sociológicos sobre sexualidad, homosexualidad y lesbianismo
Desde 21-27 de enero de 2003 el Grupo Gallup Europa realizó 15.074 entrevistas entre ciudadan@s de treinta países europeos y cada muestreo fue representativo de cada país según la población mayor de 15 años. El objetivo era evaluar la opinión de los ciudadan@s en torno a dos temas: el grado de aceptación del matrimonio homosexual y la aceptación de la adopción homoparental. El resumen de los datos se pueden ver en las Fig. 1 y 2. Los datos más representativos son los siguientes: La Unión Europea (UE) de los 15 era más tolerante con estos dos temas que la UE de los 25 países. En estas dos cuestiones planteadas España se encuentra bastante por encima de la media del conjunto de la UE, tanto en la de los 15 países como en la actual de 25, constituyendo se en el grupo de países más tolerantes junto con Bélgica, Países Bajos, Alemania y Dinamarca. En cuanto a otras características demográficas sobresale que tanto para la aceptación tanto del matrimonio homosexual como para la adopción por parte de parejas homoparentales existe un perfil muy definido sociológicamente: Las mujeres son más tolerantes para ambas situaciones que los hombres; el rango de edad más tolerante es el comprendido entre los 15-24 años; cuanto mayor es el nivel socio-cultural es mayor el grado de tolerancia y aceptación de estas situaciones; en cuanto a la religión los no creyentes son los más tolerantes, por el contrario los menos tolerantes son los musulmanes y los cristianos permanecen en una situación intermedia de tolerancia y aceptación; por fin es nítidamente claro que los ciudadan@s de la UE que se declaran votantes de partidos de izquierda son más tolerantes a estas opciones que aquéll@s otros que se declaran votantes de opciones de centro y derecha, sino los de esta última opción los que se muestran con un mayor nivel de intolerancia. Hay que señalar que la dispersión de las opiniones en el conjunto de los países es muy relevante, hasta tal punto que el máximo de partidarios de ambas opciones en los diez paises que se anexionaron recientemente, está por debajo del mínimo de los quince paises miembros, con lo que la media se resiente de forma muy evidente.

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